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Estrategia Digital: clave para el crecimiento de las PYMES

La estrategia digital se centra en el uso de la tecnología para mejorar el rendimiento empresarial, ya sea creando nuevos productos o reimaginando los procesos actuales. Establece la dirección que una organización tomará para crear nuevas ventajas competitivas con la tecnología, así como las tácticas que utilizará para lograr estos cambios. Esto generalmente incluye cambios en los modelos de negocio, ya que la nueva tecnología hace posible que las empresas innovadoras proporcionen servicios que antes no lo eran.

Aquí te explicaremos a detalle qué es, cuáles son sus elementos principales, su importancia y qué necesitas para crear tu propia estrategia digital.

Es importante recordar que la estrategia digital es a la vez un concepto y una cosa, es decir, una estrategia digital debería eventualmente conducir a la creación de un plan concreto o una hoja de ruta. Si bien puede seguir cambiando la operativa específica que ha decidido seguir, también debe haber un compromiso claro con lo que significa digital para su empresa.

Por ejemplo, digamos que su estrategia digital (meta final) es monetizar un software básico de productividad que su empresa ha desarrollado y utiliza internamente. En primer lugar, se establece una estrategia (plan) para empaquetarlo como una aplicación móvil y venderlo a usuarios individuales. Más tarde, te das cuenta de que tiene más valor si lo vende a empresas para incorporarlo en sus propias aplicaciones móviles. Tu estrategia (objetivo final) no cambió, pero tu estrategia (plan) lo hizo. Cambiar la idea base de tu estrategia digital debe ser un gran cambio o reorientación para su empresa, pero idealmente, los pasos concretos serán lo suficientemente flexibles como para permitir los cambios que sean necesarios.

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Elementos de una estrategia digital

Aunque mencionamos que una estrategia digital es un proceso artesanal, adaptado a las necesidades de cada organización, hay algunas áreas de acción y procesos que pueden ser encontrados en la mayoría de los casos, por ejemplo:

  • Branding: se trata de una forma de gestionar las estrategias de marca de una organización y que incluye la planificación y administración de los elementos de una marca para mejorar la percepción que tienen los consumidores de ella.
  • Buyer persona: la persona de una empresa es la representación semi ficticia de su cliente ideal. Gracias a esto, las acciones de una estrategia digital estarán diseñadas y dirigidas específicamente hacia el tipo de usuario que necesita impactarse.
  • Customer journey: el viaje del cliente permite usar la información de las motivaciones e intereses para definir su comportamiento y crear una ruta que va desde el primer contacto hasta la conversión.
  • Plataformas: toda estrategia digital debe estar apoyada en plataformas y herramientas digitales que maximicen las posibilidades de impactar e interactuar con los usuarios (por ejemplo, sitio web, blog, landing pages, aplicaciones móviles, redes sociales, entre otros).
  • Indicadores: una estrategia digital debe poder proporcionar resultados medibles que ayuden a evaluar el rendimiento de las acciones. En ese sentido, unos de los elementos fundamentales que posee son KPIs (Key Performance Indicators) que permitan determinar el avance de las planificaciones.
  • Formación: realizada con la intención de preparar y formar a los recursos humanos en el uso a corto, mediano y largo plazo de las estrategias y herramientas enfocadas en todas las iniciativas.

     

    ¿Cuál es la importancia de una estrategia digital?

    Crear e implementar una estrategia es un factor clave del proceso de transformación digital de una organización y garantiza que la tecnología se está integrando de acuerdo a los objetivos generales y específicos del negocio.

    Para comercializar productos y servicios es fundamental comprender dónde están los clientes potenciales, que actualmente se encuentran en línea. Por ello, contar con una estrategia digital sólida y adaptada a las necesidades de la compañía permite:

    • Aprovechar los recursos disponibles.
    • Conocer el mercado y a los clientes.
    • Medir los resultados.
    • Obtener flexibilidad y dinamismo en los procesos.
    • Segmentar cada acción de acuerdo al público objetivo.
    • Construir la marca.

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Empieza y crea ahora tu estrategia digital

¿Cómo construyes una estrategia digital? En lugar de preguntar "¿Cuál es nuestra estrategia digital?",  un artículo de Harvard Business Review sugiere utilizar las cinco siguientes preguntas para establecer su comprensión de la tecnología digital:

  1. ¿La tecnología digital cambia el negocio en el que debería estar?
  2. ¿Cómo podría la tecnología digital mejorar la forma de agregar valor a las empresas en las que estás?
  3. ¿Podría la tecnología digital cambiar a tu cliente objetivo?
  4. ¿Afecta la tecnología digital a la propuesta de valor para tu cliente objetivo?
  5. ¿Cómo puede la tecnología digital mejorar las capacidades empresariales que lo diferencian de su competencia?

    Para algunas empresas, estas preguntas tendrán respuestas obvias, especialmente aquellas que ya han experimentado la irrupción o competencia de nuevas empresas digitales. La intención es identificar cómo los cambios digitales cambian lo que haces, y luego refinar tu comprensión de las tendencias de la industria a aquellos valores específicos que formarán la base de tu estrategia. Empezar por entender perfectamente claro el propósito de tu empresa, puede evitar perder tiempo y recursos implementando tecnología que no permita nuevas ventajas competitivas.

    Implementa tu estrategia

Para facilitar la implementación y ejecución de una estrategia digital en una organización, la automatización de tareas es clave. En ese sentido, una disciplina como BPM (Business Process Management) permite optimizar los procesos complejos de la empresa y mejorar los resultados de negocios basado en la automatización, acompañamiento y el control de diversos procesos en la compañía.

Una solución BPM permite:

  • Controlar procesos complejos.
  • Obtener un entendimiento detallado de la organización.
  • Obtener agilidad en los procesos.
  • Eficientar las operaciones.
  • Alcanzar objetivos ambiciosos.
  • Optimizar la transformación digital.
  • Medir y monitorear el desempeño de los procesos.

Además, es una herramienta que permite gestionar fácilmente los flujos de trabajo de tu negocio para encontrar tareas repetitivas, procesos ineficientes e insights para mejorar los resultados.