¡Gánate a los colaboradores introvertidos!

En el dinámico entorno laboral actual, la gestión de personal se enfrenta a una serie de desafíos complejos que requieren una adaptación continua por parte de las organizaciones. Desde la atracción y retención de talento altamente calificado hasta la promoción de la diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, los líderes y equipos de recursos humanos deben abordar una amplia gama de retos para asegurar el éxito tanto de los empleados como de la empresa en su conjunto. Ahora imagínate lidiar con esto y tus colaboradores más callados o poco participativos.

¿Sabías que entre un tercio y la mitad de las personas de tu equipo, departamento o empresa pueden ser introvertidos? Esta es una característica valiosa y diversa que debemos tener en cuenta para lograr, sin distinciones, un ambiente de trabajo más equilibrado y productivo, donde cada colaborador desarrolle todo su potencial. 

En la oficina, en la casa, en la escuela y en cualquier entorno cada persona es un mundo con ideas, pensamientos y aptitudes propias. Entre ellas existen dos grandes personalidades: los extrovertidos, personas que piensan en voz alta, son enérgicas, tienen facilidad de palabra y se desenvuelven sin problema alguno en diversos entornos; y los introvertidos, a quienes generalmente no les gusta el ruido, las interrupciones y los entornos de grupos grandes, escuchan más y hablan menos.

Si bien cada uno tiene cualidades específicas, en conjunto son un gran equipo. Por ello, las empresas deben enfocar sus esfuerzos para generar las condiciones adecuadas para que esta diversidad sume, aprovechando las habilidades de ambos grupos. En línea con ello te compartimos algunos tips para involucrar a los introvertidos y desbloquear su potencial:

• Trabajo previo a la reunión: Brinda a todos los participantes la oportunidad de prepararse antes de la reunión. Utiliza documentos sobre la agenda de la reunión para que los introvertidos tengan tiempo para procesar y organizar sus ideas, esto facilitará su participación en el encuentro.
• Nivela el campo de juego: Planifica el proceso de la reunión con anticipación y encuentra formas creativas de canalizar tanto las ideas de los introvertidos como las de los extrovertidos. Utiliza técnicas como dar la vuelta a la mesa y pedir a cada persona que contribuya con una idea o que construya sobre las ideas de los demás. Con esto, los introvertidos compartirán sus pensamientos de manera más cómoda y los extrovertidos moderarán su entusiasmo.
• Aprovecha el poder del anonimato: Pide a los participantes que escriban sus ideas en papel y las compartan de manera anónima para fomentar la opinión sin el miedo de ser juzgados o bajo la presión social que implica hablar en público.

Estas tres sencillas prácticas les darán voz tanto a introvertidos como a los extrovertidos, creando un entorno más inclusivo y equilibrado, donde ambas personalidades aporten de manera significativa a las reuniones.

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